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El ex president del Govern balear Gabriel Cañellas reiteró en el programa «Encadenats», que anoche emitió M7 Televisió de Mallorca, que no tiene «ninguna intención» de regresar a la política. «Fue una etapa de mi vida que ya ha pasado y sería un error intentar volver a una actividad que se basa ahora en intentar acabar con el rival, que a mí, de verdad, no me interesa», respondió Cañellas a una pregunta de su improvisada entrevistadora de ayer, la delegada de Gobierno en Balears, Catalina Cirer. Cañellas, que presidió el Govern desde 1983 hasta 1995, admitió, no obstante, que quizás podría desempeñar «otra función» en el ámbito político, pero sin esa carga de responsabilidad que tuvo durante casi 14 años al frente del Ejecutivo autonómico.

Al hilo de esa cuestión, Catalina Cirer recordó «la gran decisión» que tuvo que adoptar en 1993, cuando dio paso a una nueva generación de dirigentes del PP, entre los que se encontraba ella misma. «¿Lo volvería a hacer?», le preguntó la delegada de Gobierno. «Tengo que reconocer que en esa ocasión me temblaban las piernas porque se trataba de una decisión difícil, pero el tiempo me ha dado la razón ya que todos aquellos en los que confié ocupan hoy cargos destacados dentro del partido», respondió Cañellas. Inmediatamente después, Cirer le interrogó por otra gran decisión que tuvo que tomar en el verano de 1995, cuando abandonó el cargo de president del Govern balear para dar paso a Soler. «En ese momento cerré una etapa que había iniciado en 1979, y es evidente que no la volveré a abrir. Es una etapa finalizada de mi vida», indicó en la entrevista.

Cirer, asimismo, le preguntó por lo que entendía por política, la forma de desarrollar esa actividad y si era partidiario del diálogo o de la contundencia: «Para mí, simplemente, hacer política es cargarse de argumentos a través de un diálogo fluido con todos los interlocutores, preguntarles por aquellas cosas que le faltan, y darles una solución, así de simple. Por ello, no creo en el dilema diálogo-contundencia si actúa de la manera que he explicado ya que la fuerza de la razón es definitiva».

Gabriel Cañellas también se refirió en términos muy cariñosos a sus nietos, de los que dijo, «parecen la ONU debido a sus distintas procedencias», y se emocionó cuando recordó a su madre, «que me enseñó a bailar». «Sé que mi mujer no se enfadará por esto», dijo.