El circuito a escala del Jarama fue la pista más concurrida, debido a su gran minuciosidad. Foto: T. AYUGA.

TW
0

Una réplica a escala del circuito del Jarama fue uno de los principales alicientes de la I Diada de Scalextric, organizado por el Casal d'Infants i Joves de Migjorn, que tuvo lugar ayer. Doce horas de emoción automovilística, de velocidad y por supuesto de mucha diversión, que contó con la coordinación esencial de R.B. Slot Passion, que se encargó de ceder por un día toda las piezas de colección y la infraestructura indispensable para llevar a cabo las carreras de coche.

Tres circuitos de unos 50 metros, importados expresamente desde la península, fueron los encargados de amenizar la jornada de los asistentes. Al volante de los coches eléctricos teledirigidos, con una conducción muy similar a la de un vehículo real, los improvisados pilotos pudieron disfrutar de una jornada de carreras. Todos los coches eran modelos reales de competición como el Audi 8, el Cadillac Norstan o el Ferrari 333.

Además de estos modelos, se pudieron contemplar piezas de coleccionismo. Cuarenta años de historia concentrados en una exposición, que mostraba joyas antiguas como un Austin, que data de 1962, o el mítico Seat 600, fabricado en España en 1966. Las cajas portadoras de estas reliquias, algunas de ellas valoradas en más de 54 euros, también tuvieron cabida en esta exposición. Los detalles de la pista del Jarama, como los boxes para repostar, la sala vip o incluso las gradas, con sus correspondientes trabajadores y público en miniatura, eran piezas realizadas completamente a mano, con gran realismo y cuidado.