Antes de dejarse ver, estuvieron con Fageda en el Ajuntament. Foto: J.AGUIRRE.

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Alberto, Vanessa y Sandra, fans de Chenoa, Bustamante y Bisbal, llegaron ayer a la plaza de Cort poco antes de las ocho de la mañana, ¡cinco horas y media! antes de que los chicos de «Operación Triunfo» salieran al balcón del Ajuntament a saludar. Fueron los primeros y, seguramente, como otros muchos, se quedaron entre los últimos, pues a medida que iban trascurriendo las horas, otros fans se iban ubicando delante de ellos. Pero eso no impidió que todos, sin excepción, se quedaran sin ver a los chicos, hoy por hoy, más famosos del país. ¡Lástima que no acudieran todos! Al menos allí mo vimos a Rosa, Manu Tenorio, David Bustamante, Verónica, Mireia y Javián.

A media mañana, el alcalde salió a la plaza a charlar con la gente que se iba instalando en ella -«Rosa creo que no vendrá», les decía-, casi todos portando fotografías de los suyos, o si no, sus nombres escritos en la frente, pecho, espalda o abdomen alrededor del ombligo. «En el cole nos han dado permiso para venir aquí», nos decia una chica. ¿Pancartas? Muchas. Predominaban las de Chenoa. Unas impresas, otras a mano, como aquella que, a boli, le ponía a Nuria Fergó: «Llámame por teléfono».

A medida que iban transcurriendo las horas, el camino que se iba dejando para que pasaran los coches se iba estrechando hasta que desapareció por completo. Poco antes, media docena de crías caían desvanecidas por el calor, y atendidas, primero, en el zaguán de Cort y, posteriormente, en una ambulancia. «Por favor -imploraba una, ya repuesta-, no me saque en el diario, pues en casa creen que estoy en clase».

La plaza de Cort está como nunca de gente y el momento está a punto de llegar. Antes, empero, Chenoa, Bisbal, Nuria, Natalia, Geno, Alex, Alejandro, Juan, Gisela y Naïm conversan en privado con Fageda y atienden a los medios de comunicación. Es el momento en el que Chenoa confirma que cantará «La Balanguera» en Son Moix. Y salen al balcón. Y se desata la locura. Aplausos, gritos, ovaciones, lloros, cánticos... Fue ¡increíble!