Plaza de Muro. Lleno. Se lidiaron reses de la ganadería Jiménez
Pascuau, cómodos, arreglados de cabeza y mansurrones. Manolo
Sánchez estocada algo tendida (una oreja) y estocada (una oreja).
Julián López «El Juli» pinchazo y estocada caída (una oreja) y
pinchazo y gran estocada (dos orejas). Rafael de Julia, tres
pinchazos y más de media (oreja) y pinchazo, casi entera y cinco
desabellos (palmas). Presidió el festejo Onofre Plomer.
JAIME MOREDA
La profesión de matador de toros consiste precisamente en eso, en
matar lo más rápido posible al morlaco después de haber toreado lo
mejor que uno pueda o sepa. Ayer, en la plaza de toros de Muro, el
diestro Rafael de Julia fue quien mejor realizó esta segunda labor,
pero fracasó en la suerte suprema. No es que el diestro de Torrejón
de Ardoz toreara como los ángeles, sobre todo porque sus enemigos
tampoco lo permitieron, pero fue el componente de la terna que
mejores pases , más largos, profundos y ligados logró sacar.
Al primero de su lote lo recibió prácticamente en los medios y
sobresalió una media verónica. Tras un puyazo y el segundo tercio,
donde el banderillero Óscar Domínguez tuvo que correr casi media
plaza con el hocico del animal en sus posaderas tras un buen par,
De Julia brindó al abarrotado tendido y sacó unos derechazos con
empaque y largura, a unas embestidas no muy boyantes. Con la mano
izquierda, y pese a algún enganchón, también brilló sacando los
olés de un público entregado, sobre todo el de su peña. Acabó su
primera faena con unos molinetes y manoletinas que acabaron de
caldear el ambiente. Pero tras tres pinchazos entró a matar recto
como una vela y el toro le desgarró las costuras del brazo
izquierdo de su traje, aunque consiguió cobrar más de media
estocada, logrando su primer trofeo.
Con el sexto volvió a lucirse, aunque toreando a media altura
dada la flojedad del toro. Tras pinchar, consiguió una estocada
casi entera, pero el oponente no dobló y hasta el quinto descabello
no logró su objetivo, perdiendo la oportunidad de salir por la
puerta grande. Una puerta grande que sí lograron abrir sus dos
compañeros de terna; Manolo Sánchez gracias a dos aseadas faenas,
aunque carentes de emoción pero con dos grandes estocadas, sobre
todo la del cuarto, y «El Juli», que a pesar de estar por encima de
sus dos enemigos, no pudo lucirse salvo en el segundo tercio. Muy
aplaudido fue su tercer par al segundo de la tarde, donde en un
primer encuentro sólo pudo clavar un palo y el segundo lo dejó en
todo lo alto «al violín».
El festejo comenzó con un cuarto de hora de retraso ya que
algunos espectadores sentados en la barrera del tendido 4 no
disponían de la correspondiente localidad y se produjo un tumulto
que acabó con la intervención de agentes de la Guardia Civil, sin
que la cosa pasara a mayores. Si todas las entradas fueran
numeradas, igual no habría pasado nada.
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