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Más de 300 ancianos con algún tipo de discapacidad, usuarios de los servicios sociales que brindan conjuntamente el Consell de Mallorca y la Mancomunitat del Pla, participaron ayer en la V Pujada a Lluc que organiza y subvenciona el Consell Insular.

La finalidad de este encuentro, según Josefina Sintes, consejera de los Servicios Sociales del Consell, «es que la gente mayor que recibe asistencia domiciliaria y que no tiene la posibilidad de salir con frecuencia pueda disfrutar de un día de ocio». Además, afirmó que «estas personas están acompañadas por las trabajadoras domiciliarias y parece que, para ellos, venir a Lluc significa un año más de vida».

Por otra parte, Sintes destacó que como resultado de una perfecta corresponsabilidad entre el Consell y los diferentes Ajuntaments del Pla, los servicios sociales dan un buen servicio a las personas que lo necesitan.

La jornada se inició con la llegada de los ancianos a Lluc y con el recibimiento del prior del Monasterio, Jaume Reynés. Acto seguido, los participantes asistieron a misa y degustaron una gran paella acompañados de algunos alcaldes y regidores de servicios sociales de los pueblos de la Mancomunitat del Pla.