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Juan Sáez es un perfecto conocedor de la realidad balear, ya que en su etapa como presidente de Iberia y director general de Air Europa vivió muy de cerca todos los pormenores del transporte aéreo e interinsular, de ahí que entienda la preocupación que ha suscitado la privatización de Iberia en el ámbito empresarial y político.

Sáez, en este sentido, afirmaba ayer desde su despacho en Madrid: «Tenemos el compromiso firme de cumplir el plan industrial, al margen que el consorcio (Acciona, CAM y los grupos Matutes, Armas y Aznar) tiene contrato con el Estado para el servicio en exclusiva de las líneas hasta 2007. Balears, dentro de los planes estratégicos, es uno de las zonas de negocio en las cuales vamos a incrementar nuestra actividad. Hay interés expreso por desarrollar las actividades en el puerto de Barcelona, donde hay un claro objetivo de complementar los servicios en cuanto a pasajeros y carga con Balears. Se aumentará el pasaje y la carga y se relanzará todo lo relacionado con infraestructuras».

El presidente del consorcio adjudicatario, en el que Acciona cuenta con el 55%, afirma que la participación del grupo Matutes (12%), «tiene un importante factor logístico, dado que complementará la actividad de Trasmediterránea en el tráfico marítimo interinsular. Las navieras de Matutes (Pitra y Umafisa) cubren toda la zona balear con la Península. Mantendremos el actual esquema de colaboración y se actuará con estas navieras en calidad de código compartido, en lenguaje aeronáutico». En la misma situación se tiene previsto actuar en Canarias con las navieras del grupo Armas (8% del consorcio).

Reacio a hablar de volúmenes y cifras de negocio, Sáez deja muy claro que se busca la rentabilidad, «hay margen para ello». Las previsiones apuntan que Trasmediterránea obtendrá en este ejercicio unos resultados de 30 millones de euros, siendo en estos momentos una compañía saneada. «Consolidaremos las actuales 30 líneas, abriremos nuevas rutas para desestacionalizar la actividad y promoveremos actividades complementarias en las zonas en las que operamos», apunta. Asimismo, no descarta que a corto o medio plazo se implemente la actividad de cruceros y los contactos con los grupos turísticos, «todo lo que aporte volumen de negocio y rentabilidad para ambas partes, será apoyado y bienvenido».

Respecto a las críticas que ha suscitado la designación del consorcio ganador, comentó de forma tajante: «Nuestro consorcio ha aportado 271'9 millones de euros (unos 45.000 millones de pesetas) y asumimos la deuda de la naviera, que asciende a 210 millones de euros. La segunda oferta presentó una opción de compra 5.000 millones de pesetas inferior a la nuestra. Hemos sido la opción más elevada y con una oferta seria en todos los aspectos, ya que hemos sido nosotros mismos los que nos hemos fijado multas millonarias, 50 y 7 millones de euros, si reducimos líneas y personal de aquí al 2007». El actual presidente de la naviera, Miguel Angel Fernández Villamandos, seguirá como presidente, «las remodelaciones que nos presente deberán contar con el visto bueno del consejo de administración».