En Palma, la máxima alcanzada durante la jornada del viernes fue
de 28 grados, mientras que la mínima fue de 21'6. La situación
empeoró un día después con un techo de 24 grados y una mínima de
18'4. Ayer, se vivió una gran oscilación en la capital balear. Se
pasó de 25'5, como máxima, a una mínima de tan sólo 15'8.
Por otro lado, en el municipio de Lluc también se dieron
temperaturas poco habituales para las fechas en las que nos
encontramos. Durante el día de ayer, la mínima en la localidad
mallorquina fue de 9'5 grados, mientras que la máxima ascendió
hasta los 21'2. Los días viernes 9 y sábado 10 registraron unas
temperaturas que llegaron hasta los 21'8 y 19 grados
respectivamente. Sin embargo, durante esas dos jornadas, las
mínimas cayeron a los 14'2 y los 16'4.
Gracias a las temperaturas de ayer, las playas volvieron a
recobrar su mejor cara. Tanto los veraneantes, como los comercios a
pie de playa, se reencontraron con un ambiente olvidado los últimos
días. De esta manera, los bañadores, las gafas de sol y las cremas
protectoras recuperaron, en pleno mes de agosto, todo su esperado
protagonismo. Parece que, de nuevo, llega el buen tiempo.
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