Los ministros de Medio Ambiente, Jaume Matas, y de Agricultura y Pesca, Miguel Arias Cañete, liberaron ayer en aguas del Parque Nacional de Cabrera a tres tortugas bobas que habían sido sanadas por veterinarios de la Fundación Marineland después de haber sido atrapadas accidentalmente por anzuelos de barcos palangreros. Una de las tortugas incluso tuvo que ser operada del esófago para poder extraerle el anzuelo que se había tragado.
La coordinadora del Programa de Conservación de las Tortugas Marinas de Marineland, Gloria Fernández, destacó que se trataba de un acto simbólico, ya que a lo largo del año no sólo se liberan a estos tres ejemplares, sino que puede llegar a 40 el número de tortugas sanadas y devueltas al mar. Fernández explicó que, hasta ayer, se habían encontrado un total de 27 tortugas varadas por diversas causas, aunque una de las más comunes es que se hieran con anzuelos al tratar de comer los cebos de palangre. Las tortugas van a por los cebos debido a que allí encuentran el alimento que falta en los fondos marinos. El año pasado se encontraron 73 de las que 40 fueron devueltas al mar en perfectas condiciones.
Gloria Fernández añadió que la importante labor de recuperación de la tortuga boba, llamada caretta caretta, que se está llevando a cabo en las costas griegas y turcas donde anidan, debe complementarse con el trabajo de sanar a las que después queden atrapadas. El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, se mostró muy sensible con el problema y explicó que el Ministerio está financiando un proyecto piloto junto con la organización conservacionista Adena que investiga el desarrollo de artes de palangre que permita mantener las capturas de peces sin ser dañina para las tortugas.
Se trata de un nuevo diseño realizado por el biólogo Manuel San Félix que se lleva a cabo en un centro de Formentera. El Ministerio ha aportado a este programa de un investigación un total de 16.000 euros. El ministro destacó que si el proyecto da buenos resultados, sería muy positivo ya que evitaría estos accidentes con las tortugas bobas. El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, aseguró, por su parte, que su departamento esperará a que finalice este investigación para conocer sus resultados y ver si este nuevo arte de palangre puede aplicarse en determinadas zonas sensibles.
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