Los hoteleros temen que las inundaciones aumenten la crisis en Alemania.

Los hoteleros temen que las inundaciones aumenten la crisis en Alemania.

Nekane Domblás18/08/02 0:00
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Los representantes hoteleros temen que las graves inundaciones que está sufriendo el este de Alemania afecten a las reservas de último minuto. Pese a que esta caída no es alarmante, sí preocupa relativamente al sector dado que este año, por primera vez, este tipo de reservas representan el 40 por ciento del total, frente al 12 por ciento de años anteriores. Un portavoz de la Federación Hotelera explicó que no se están produciendo cancelaciones en las reservas por culpa de este fenómeno, pero que sí están alerta ante la posibilidad de que las reservas de último minuto no lleguen a concretarse.

El temor a no conseguir estas reservas de última hora se refiere al corto plazo, pero a largo plazo también el sector hotelero está alarmado. Se teme por las consecuencias económicos que puedan tener las inundaciones en un país que ya presenta síntomas de debilidad. Un representante de la Federación Hotelera explicó que el canciller alemán, Gerhard Schroeder, ya ha anunciado que es más que probable que el déficit alemán se incremente, por lo que es muy difícil que el país germano pueda cumplir las condiciones de convergencia con Europa. En consecuencia, las inundaciones en Alemania harán que la economía del país se resienta por lo que, a medio plazo, también puede tener consecuencias en la economía de Balears.

De hecho, parte del descenso de turistas que ha sufrido Balears en esta temporada se ha debido a la difícil situación económica del país centroeuropeo. En situación de crisis, uno de los sectores más resentidos es el del ocio. Al margen de las consecuencias que puedan tener las inundaciones alemanas, en el sector turístico de las Islas existe también preocupación por el elevado porcentaje de las reservas de último minuto que se está dando este año. Hasta la fecha, tanto los turistas alemanes como británicos realizaban sus reservas hoteleras hasta con tres meses de antelación, por lo que los hoteleros conocían con tiempo suficiente las previsiones de toda la temporada turística.