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Dos de las medidas más importantes "y controvertidas" del estudio de movilidad que está aplicando Cort desde finales de 2001 han sido la peatonización parcial del Passeig des Born y la instalación de pilones retráctiles en determinadas calles del centro. Estas medidas, que en principio sólo cabría calificar como positivas, no han contado, sin embargo, con el apoyo mayoritario de los comerciantes ni con el respaldo decidido de los partidos de la oposición en Cort. Tanto unos como otros han alegado, con cierto fundamento, que aplicar las actuaciones más destacadas del plan de movilidad en el momento en que estaban construyéndose varios aparcamientos subterráneos en el centro podía suscitar nuevos problemas, y no sólo circulatorios, como así ha sido en parte. Pero, por contra, hay que valorar la valentía inicial del equipo de gobierno al afrontar con decisión el endémico problema del exceso de tráfico en el casco antiguo de la ciudad. Cabe recordar que el estudio de movilidad es un plan muy ambicioso que pretende, entre otras actuaciones, priorizar al transporte público, favorecer al peatón, limitar la velocidad de los vehículos a un máximo de 30 km/h en toda el área interna a las Avenidas, conectar toda la ciudad a través de un carril bici o construir aparcamientos en el centro y en el Eixample. El alcalde de Palma, consciente de las divergencias que había entre comerciantes y residentes, ha intentado encontrar una solución de consenso sobre las restricciones circulatorias en es Born y sobre los horarios de los pilones retráctiles, pero los cambios, dudas, avances y retrocesos que ha habido en la aplicación de las medidas han confundido en parte a los ciudadanos y han puesto en cuarentena, al menos de momento, la indudable bondad de esta ambiciosa reforma circulatoria.