Más de mil personas acudieron ayer por la tarde a la firma de discos de David Bisbal en Carrefour. Lo que comenzó como la gran ilusión para todos los fans, terminó conviertiéndose en alegría para unos y decepción para otros, que no pudieron saludar a su ídolo. Las colas de espera fueron enormes. Desde las 5.45 de la mañana había fans aguardando con mantas la llegada de Bisbal. Y eso que la cita estaba prevista para las 18.30 horas.
Conforme se acercaba la hora, la histeria fue cada vez mayor y junto al agobio y los empujones empezaron las lipotimias. Así, más de 20 jóvenes fueron atendidas por la Cruz Roja. El momento más esperado llegó a las 18.40 horas. Con vaqueros y camisa marrón, Bisbal dio la bienvenida a sus seguidores con el ya mítico «Ave María».
La organización fue mala. La gente pasó muy rápido. Unos tuvieron suerte y junto al autógrafo consiguieron dos besos, pero otros simplemente se hicieron con una carátula firmada con anterioridad y un par de fuertes empujones de los de seguridad. Entre gritos de «guapo, te queremos», el artista saludaba a su público cantando trozos de canciones y moviendo su cadera con ese ritmo particular. Pero llegaron las 20.00 horas y los 30 encargados de seguridad cerraron las vallas. Atrás quedaron cientos de personas que habían esperado, que llorando intentaban en vano colarse. Mientras que muchos todavía gritaban que firmara, Bisbal se despidió dando las gracias a Mallorca y sentenciando que si Dios quiere volverá encantado.
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