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La diputada socialista chilena Isabel Allende afirmó ayer en Palma que los partidos de derechas de su país «se han escondido detrás de los militares y todavía no han reconocido sus culpas» en relación al golpe de Estado que en 1973 derrocó a su padre, Salvador Allende, así como a la posterior violación masiva de derechos humanos en el país.

«Como consecuencia del golpe de Estado, los partidos de centro izquierda de Chile, que en el tiempo de mi padre éramos incluso enemigos políticos, hemos aprendido a dialogar y de hecho hemos formado una coalición política que nos ha servido para gobernar durante los últimos once años. Sin embargo, respecto a las formaciones políticas de la derecha chilena no puedo decir lo mismo, puesto que no han reconocido su grado de responsabilidad en los casos más graves de violación de los derechos humanos, sino que han permanecido en silencio», añadió.

La hija del presidente Salvador Allende, que ayer pronunció una conferencia en Palma en el Ciclo Futurisme que organiza la Conselleria de Turisme, afirmó que la petición de extradición del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón contra el dictador Augusto Pinochet, «sirvió para que nadie dudara de su responsabilidad personal en la violación sistemática de los derechos humanos en mi país. No fueron excesos, como afirman las derechas», matizó. Allende añadió que el general Pinochet «ha preferido pasar por loco, demente, senil, antes de enfrentarse a un juicio por estos cargos, la historia lo juzgará», señaló Allende quien añadió que «la lección más importante que debemos aprender es que nunca debemos romper el orden constitucional».