El obispo de Mallorca, Teodor Úbeda, presidió ayer por la tarde una
misa solemne concelebrada en la iglesia de Santa Maria de Sineu
para bendecir las obras de rehabilitación que han mantenido el
templo parroquial cerrado durante un periodo de siete años.
El pueblo de Sineu y numerosos visitantes, entre los que se
encontraban el conseller d'Obres Públiques del Govern, Francesc
Quetglas, y el presidente de honor de GESA, Feliciano Fuster,
abarrotaron el templo para comprobar el resultado de la costosa
rehabilitación.
En 1995 se detectaron graves problemas en los cimientos del
templo y se procedió a su cierre cuando se hizo evidente una
situación de peligro en su estructura.
La comunidad de Sineu, la parroquia, el Obispado y diferentes
instituciones se pusieron entonces en marcha para llevar a cabo el
proyecto de rehabilitación de esta joya arquitectónica.
Luis Planas.
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