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JOAN J. SERRA Un enfrentamiento entre el Govern y Cort ha malogrado una subvención europea de un millón de euros para un proyecto de la carretera de la Universitat. El proyecto consistía en la aplicación un sistema inteligente de transporte en esta carretera. La iniciativa de «carretera inteligente» permitía aplicar las nuevas tecnologías para guiar el transporte público, detectar el tráfico existente y localizar las paradas con mayor número de usuarios, así como otras prestaciones, incluida la información a conductores de vehículos particulares y el acceso en tiempo real desde Internet a datos sobre horarios y frecuencias de la línea.

El director general d'Obres Públiques i Transports, Joaquín Rodríguez, explicó ayer que «la Conselleria, la Fundació IBIT (Illes Balears Innovació Tecnológica, participada por el Govern, Telefónica y Sa Nostra) y la empresa Tecnova iniciamos los trabajos y, al presentarlos ante la Unión Europea, nos anunció que estaba dispuesta a subvencionar el proyecto con un millón de euros, pero con la condición necesaria de incluir un operador de transporte que aplicase el sistema a instalar.

Fue entonces cuando contactamos, lógicamente, con la Empresa Municipal de Transports (EMT) de Palma, pues era el operador indicado y adecuado por su línea con la UIB». Rodríguez indica que «cuando parecía que todo estaba arreglado, sólo dos días antes de cerrarse el plazo para presentar la documentación ante Bruselas, la EMT nos comunicó que se echaba atrás y que no participaba en el proyecto».

Incluso Rafael Burriel, director general de la Fundació IBIT, ha expresado su sorpresa ante este hecho, «pues nunca hubiera imaginado que también en la innovación tecnológica hubiera colores políticos y partidismos». Por su parte, el presidente de la EMT, el teniente de alcalde Pedro Àlvarez, ha declarado que «si finalmente decidimos no participar en el proyecto fue porque la Conselleria pretendía que nosotros asumiéramos el coste de mantenimiento del sistema. La EMT ya ha invertido 300 millones de pesetas en el control por vía satélite de sus vehículos, pero la carretera de la UIB es competencia del Govern.