Los aficionados a la caza preparamos perros, escopetas y filats para dar inicio a una nueva temporada cinegética. Mañana se levanta la veda en general, aunque debemos ser respetuosos con la ley y dar una tregua de quince días al tordo para que se asiente en las Islas y se recupere de su larga migración desde el norte. Tenemos ante nosotros una campaña apasionante, hasta el último domingo de enero, con unas perspectivas excelentes tras las persistentes lluvias que han propiciado muchísima comida a las especies cinegéticas y una reproducción fuera de lo habitual, masiva, incluso con dos polladas en el caso de la perdiz.
La perdiz será sin duda la gran protagonista de la jornada de mañana. Hacía muchos años que no se veían tantas en las Islas. Podrán obtenerse excelentes capturas, lances inolvidables, aunque no vendría mal pensar en el futuro, acordarse de los tiempos de sequía y moderar la pasión. Un buen cazador sabe perfectamente que con una colla de perdius en el zurrón hay suficiente. Quienes se dedican a fer taleca no hacen sino tirar piedras sobre su propio tejado y no merecen otro calificativo que el de matarifes o escopeteros.
En el campo hay que ser señores "que en este caso es sinónimo de inteligentes", hay que saber pararse a tiempo y diversificar la cacería a otras especies que seguro tendrá el coto, como el conejo, la liebre, la torcaz, el tordo y la becada. Las plagas de insectos que nos están invadiendo también favorecen el desarrollo de la perdiz. Para esta gallinácea, el saltamontes y el grillo son como a los humanos la langosta y el solomillo. Dicho queda.
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