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«Espero que este asunto sirva para desterrar, de una vez por todas, esta forma de hacer política, que sólo tiene por objeto acabar con el adversario». De esta manera reaccionó ayer el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, tras conocer la decisión del Tribunal Supremo de no imputarle por el «caso Formentera». Tranquilo y sereno, la decisión del Supremo no sorprendió al presidente del PP balear. Matas había pronosticado que no sería imputado por el Alto Tribunal cuando la causa fue remitida a Madrid.

«Siempre he creído que la verdad se impondría y desde el primer día tenía la conciencia muy tranquila, aunque este asunto no ha sido nada agradable para mí», reconoció Matas. El ministro de Medio Ambiente recordó que «el caso Formentera se ha investigado durante más de dos años, se ha intruido en todas las instancias judiciales posibles, y se ha hecho un trabajo correcto». «Nosotros hemos respetado todas las opiniones de la Justicia, pero el Tribunal Supremo se ha pronunciado con rotundidad», sentenció el presidente del PP balear.

Mientras sus compañeros de partido reclaman responsabilidades políticas a los integrantes del Pacte tras la decisión del Supremo, Matas prefiere mantener una postura mucho más prudente en relación a los partidos de izquierdas. «Los que tienen que responder ahora tras la decisión del Tribunal Supremo son los partidos del Pacte, no yo. Los que se han dedicado a crear un montaje durante varios años son los que deben dar explicaciones», exigió Matas, quien anunció que el PP balear «va a estudiar qué medidas debe adoptar a partir de ahora».

«Dentro de varios días se celebra un debate de política autonómica y podrán plantearse algunas cosas», comentó el ministro de Medio Ambiente. En este sentido, el PP balear podría estudiar en las próximas semanas si presenta querellas contra todos aquellos dirigentes políticos que han acusado falsamente a Jaume Matas y al resto de dirigentes populares en relación al «caso Formentera».