Miquela Sales Cirer, junto a su corte de ángeles y payeses en el claustro de Santa Magdalena. Foto: J.T.

TW
0

El claustro del monasterio de Santa Magdalena cambió ayer el silencio por la algarabía que propiciaron los niños asistentes a la fiesta de presentación de la Beateta 2002, Miquela Sales Cirer. El acto, celebrado ayer tarde, amenizado por una colle de xeremies, contó con la asistencia de la consellera de Cultura del Consell de Mallorca, Maria Antònia Vadell, y la corte celestial de la Beateta al completo, además de muchos niños vestidos de payeses. Junto a Miquela, estuvieron sus padres, Martín Sales y Catalina Cirer, delegada del Gobierno.

La concejal de Cultura del Ajuntament de Palma, Carmen Feliu, también asistió con su hija Marieta, vestida de ángel, quien se fijaba en lo que acontecía a su alrededor, ya que el año próximo si Déu ho vol será la Beateta 2003. Los pequeños estuvieron acompañados por sus padres y también por la comunidad de canonesas regulares, celadoras del cuerpo incorrupto de Santa Catalina Tomás que se venera en su iglesia.

Tras corretear y hacerse las fotos para la posteridad, los niños se dirigieron desde el claustro hacia el templo. La flamante Beateta ocupó el lugar preferente del catafalco que instalaron las monjas junto al presbiterio, donde estuvo rodeada por toda su corte. A continuación se desarrolló la catequesis sobre la santa valldemossina que dirigió el reverendo Antoni Vadell Ferrer.

Como es tradicional, el sacerdote hizo las preguntas sobre citas importantes de la vida de la santa, que los pequeños contestaron, consiguiendo todos un regalo. Finalizada la catequesis, los asistentes pasaron a venerar el sepulcro. Hoy a las once se oficiará la solemne misa concelebrada que presidirá el canciller vicevicario general Joan Darder. Asistirá la Beateta Miquela Sales acompañada por los angelets y payeses. A las siete de la tarde saldrá la cabalgata del Carro Triomfal por las calles de Palma.