El portavoz del Govern y conseller de Presidència, Antoni Garcias,
afirmó ayer que el Ejecutivo y la sociedad conocían en qué
consistía la declaración de Balears como Región Europea del Año
2003 por parte de una organización privada, por lo que subrayó que
el Gabinete no se siente engañado ni frustrado. En la rueda de
prensa posterior al Consell de Govern, Garcias insistió en que el
Ejecutivo mantendrá todos los proyectos relacionados con la
concesión a las Islas de esta distinción junto con la región rusa
de Carelia y recordó que solicitará al Gobierno central beneficios
fiscales especiales similares a los concedidos a Salamanca como
Capital Europea de la Cultura.
«Trabajar en que haya mayor contacto entre las regiones europeas
y que se instaure un premio de este tipo es importante porque, en
el caso de Balears, supone una indudable e importante proyección
exterior», aseguró el portavoz. Además, en referencia al
eurodiputado balear del PP Carlos Ripoll, que cuestionó el supuesto
aval de la Unión Europea al título concedido a Balears, Garcias
lamentó que actúe «en contra» de los intereses de la Comunitat.
Añadió que «es una pena que un diputado europeo de Balears
intente torpedear iniciativas de este tipo en lugar de ayudar y
contribuir a acciones de proyección para su región». La concesión a
Balears de la distinción como Región Europea del Año 2003 obedece a
una inciativa de la entidad privada Organisation The European
Region of the Year, que cuenta con la adhesión del Comité Europeo
de las Regiones. Cabe recordar que la concesión de banderas azules
a las playas también corresponde a una organización privada con el
aval de la Unión Europea.
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