No podría haber elegido mejor «Grouxo Marx», que un socio como Ferran Pizà para revolucionar sa Pobla, y hacer que aquellos personajes anónimos, de los que nunca son protagonistas en las páginas de los medios de comunicación sean los verdaderos personajes principales de esa historia de rebelión imaginativa, humor extraordinario y una demostración de innegable amistad, que ha tomado forma de foto novela histórica, que no histérica, para gozo de los que podrán tener acceso, tras su presentación el próximo jueves, 22.
Ferran Pizà y sus colaboradores, muchos de ellos espontáneos, nos cuenta la histórica revolución del «caparrot» de Grouxo Marx, que cansado de estar confinado durante todo el año, decide tratar de convencer a sus camaradas de encierro para poner en práctica un plan que les libere del cautiverio, sin esperar a que les dejen alcanzar la calle en la víspera de Sant Antoni. Como los demás no aceptan, «el senyor del bigotis», decide emprender la aventura por si solo.
Y así se va a encontrando gente como Jaume Llacó, y «rebentat ve, caçalla va» se cuentan sus batallitas. Y no se corta de emprender el camino en coche, y claro, la Guardia Civil en alpargatas le multa por no llevar puesto el cinturón. «¿Nombre? «Grouxo». «¿Apellido?» «Marx». «¿Profesión?» «Cabesudo». «¿Motivo del viaje?» «Plaser». El «cabesudo» se lo pasa en grande con la gente de sa Pobla que va encontrando por el camino, y como no repara en gastos a la hora de comer y de beber buenos licores, la escapada de «Grouxo» tiene un final amargo, porque de nuevo se encuentra con la Guardia Civil, y termina con su figura entre barrotes.
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