Mónica Ruiz: «Al entrar en ´Gran Hermano´ sólo vendí 90 días de mi vida»

-¿Cómo te sientes?
-Satisfecha, y no sólo por el dinero que voy a recibir por indemnización, sino porque se ha hecho justicia, que ha dejado muy claro que se ha producido la violación de una ley, me la sé de memoria: la 18.1 del Código Penal que dice que todo el mundo tiene derecho a su intimidad, por tanto nadie puede violarla. Sin embargo, 'Interviu' la violó. Porque yo al entrar en la casa de 'Gran Hermano' lo único que vendí fueron 24 horas durante 90 días, o en mi caso 60, pues es lo que restaba de programa, de lo que hacía en aquella casa, no de mi vida fuera de ella. Por eso interpusimos la demanda. Y tras dos años de luchar, tenemos dos sentencias, una, el año pasado, que nos fue favorable, pero como ambas partes recurrimos, hubo lugar a otra que también nos ha sido favorable, y encima, la indemnización ha pasado de los 5 a los 15 millones de pesetas.

-¿Y ya es definitivo?
-Por las noticias que tengo, ellos van a apelar, pero yo voy a pedir que se ejecute la sentencia.

-Entonces, satisfecha, ¿no?
-Ya te he dicho, en este caso lo de menos son los 15 millones de pesetas, que en euros no sé cuántos serán, pues ese dinero no va a lograr que borre la crisis que pasé, ni las ganas de morirme que tuve a los 24 años, pues aquello hizo que para mí el mundo se hubiera acabado, ya que mató mi ilusión de vivir; tampoco me hará olvidar el sufrimiento de mi familia, ni la vergüenza que pasé a la hora de ir a pedir un trabajo o de salir a la calle. Aquello me metió en un agujero del que me está costando mucho salir. Pero... bueno, la vida sigue, tengo una familia que me apoya, un novio que me quiere, amigos que están de mi lado y... Pues como bien dice la última sentencia, tengo derecho a rehacer mi vida. Y es lo que estoy haciendo.

-Y laboralmente veo que también has rehecho tu vida.
-Sí, desde que 'Gran Hermano' terminó para mí, he trabajado en varios sitios sirviendo copas hasta que me surgió la oportunidad de volver al trabajo que tuve antes de ir a la casa: una naviera, con base en Palma, con la que navego en días alternos, lo cual ha sido como el mejor regalo, tal vez mayor que ganar esta sentencia.

-¿Te reconoce la gente en el barco?
-Sí, bastante. Incluso me piden autógrafos.

-¿Tuviste ocasión de trabajar en televisión, en Crónicas o en programas de chismorreos...?
-Sinceramente, no. Y si no me salieron oportunidades fue por mis actitudes. ¿Sabes? soy una persona que creo que no valgo para ir a un programa de televisión a opinar sobre los demás, ni tampoco, como no soy periodista, sé preguntar cosas a la gente.

Pedro Prieto