El gerente de la Fundación Hospitalaria, Josep Maria Pomar,
acepta que las viriasis de temporada -las mal llamadas «gripes de
estómago»- han influido en estos incrementos, aunque todavía no han
supuesto un problema en las plantas de hospitalización, con una
ocupación de un 84 por ciento que permite afrontar imprevistos. En
enero, sin embargo, con la llegada de la gripe, forzará al hospital
a habilitar al menos una nueva unidad de 35 camas, explicó
Pomar.
Aunque ayer no se facilitó a los medios la información de Son
Dureta, la baja congestión de Son Llàtzer indica que el hospital de
referencia todavía no sufre saturación en sus urgencias, dado que
en virtud de un acuerdo se deriva a los pacientes que este centro
no pueda asumir al hospital ubicado en la carretera de Son
Ferriol.
En temporadas anteriores de gripe, como la del 1998, Son Dureta
llegó a tener 90 pacientes acumulados en las salas de urgencias en
espera de cama; las dos temporadas últimas, no obstante, se han
caracterizado por cepas benignas de gripe que han tenido una
incidencia baja en este hospital. El servicio de epidemiología de
las Illes Balears no ha registrado más de tres casos de gripe -de
tipo B- hasta la tercera semana de noviembre, de la última de las
cuales se tienen datos actualizados. La previsión es que este virus
no tenga impacto en la población de manera generalizada hasta los
últimos días de enero, si bien un bajón fuerte de las temperaturas
puede adelantar esta fecha.
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