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CARLES CANALS
El hospital de Son Llàtzer ha empezado a registrar más urgencias de las previstas en su plan de apertura, con puntas de hasta 300 pacientes diarios, como la que se produjo el miércoles pasado. No obstante, la media de urgencias atendidas es inferior, con unos 228 pacientes por día sobre una previsión inicial de 209.

El gerente de la Fundación Hospitalaria, Josep Maria Pomar, acepta que las viriasis de temporada -las mal llamadas «gripes de estómago»- han influido en estos incrementos, aunque todavía no han supuesto un problema en las plantas de hospitalización, con una ocupación de un 84 por ciento que permite afrontar imprevistos. En enero, sin embargo, con la llegada de la gripe, forzará al hospital a habilitar al menos una nueva unidad de 35 camas, explicó Pomar.

Aunque ayer no se facilitó a los medios la información de Son Dureta, la baja congestión de Son Llàtzer indica que el hospital de referencia todavía no sufre saturación en sus urgencias, dado que en virtud de un acuerdo se deriva a los pacientes que este centro no pueda asumir al hospital ubicado en la carretera de Son Ferriol.

En temporadas anteriores de gripe, como la del 1998, Son Dureta llegó a tener 90 pacientes acumulados en las salas de urgencias en espera de cama; las dos temporadas últimas, no obstante, se han caracterizado por cepas benignas de gripe que han tenido una incidencia baja en este hospital. El servicio de epidemiología de las Illes Balears no ha registrado más de tres casos de gripe -de tipo B- hasta la tercera semana de noviembre, de la última de las cuales se tienen datos actualizados. La previsión es que este virus no tenga impacto en la población de manera generalizada hasta los últimos días de enero, si bien un bajón fuerte de las temperaturas puede adelantar esta fecha.