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Un equipo de la Universitat de les Illes Balears trabaja en la creación de un robot experimental dirigido al campo de la docencia y de la investigación oceanográfica. El profesor Gabriel Oliver es el investigador responsable del equipo balear y explicó que «de momento ya se ha creado un prototipo teledirigido, que se ha probado en una piscina con éxito, sin embargo es necesario perfeccionarlo sobre todo para conseguir una mayor y más fácil capacidad de maniobra».

El aparato, según afirmó Oliver, serviría para inspeccionar el fondo marino, para campañas de arqueología submarina; para elaborar mapas que ayuden a localizar restos de naufragios; para vigilar infraestructuras sumergidas, cañerías de gasoductos...

El trabajo de investigación se inició hace tres años. En estos momentos, reconoció Oliver, «se quiere perfeccionar con el objetivo de ofrecer un producto más finalista, para que si una empresa tiene interés pueda fabricar y comercializar este aparato. Nuestra intención es que, al menos, se patenten determinadas partes del mismo».

«Este último verano el robot se probó en una piscina de tres metros de profundidad, sin olas ni corrientes; cuando esté acabado, la UIB quiere que se pueda maniobrar con gran facilidad sin problemas de dirección a 50 ó a 60 metros de profundidad como mínimo», añadió Oliver. Esta es la primera experiencia de robótica submarina que realiza la Universitat de les Illes Balears desde su departamento de Ingeniería de Sistemas, Automática e Informática.

Para conseguir que el vehículo tenga capacidad de movimientos y versatilidad, el equipo, integrado por siete personas, ha tenido que resolver un número importante de problemas, principalmente de tipo mecánico, aunque también los ha habido de cariz electrónico, informático, estructural y de control.