Palma acogió una cabalgata espectacular, seguida por numeroso público. FOTO: PERE BOTA

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La noche más mágica del año llenó las calles de Palma abarrotadas de público que no quiso perderse la cabalgata de Reyes. La luz y la fantasía predominaron en un espectáculo inspirado en las constelaciones que guiaron a los Reyes de Oriente en su camino hacia Belén, donde nació Jesús.

A las siete de la tarde los fuegos artificiales y las salvas dieron la bienvenida, en el puerto de Palma, a Sus Majestades los Reyes Magos. La comitiva real, formada por 400 personas y 21 carrozas, esperaba en el Passeig Sagrera, desde donde se dirigió a Cort, donde el alcalde de Palma recibió a los Reyes.

Para Joan Fageda la cabalgata de este año ha sido especial, ya que es el último año que les da la bienvenida como alcalde: «Hoy es un día lleno de nostalgia. Siento un gran orgullo por haber estado durante 12 años en el Ajuntament de Ciutat». El alcalde pidió a los Reyes como regalo «paz, colaboración y amistad». Durante más de tres horas se repartió alegría y, sobre todo, color.

Todos los presentes coincidieron en afirmar que «este año la cabalgata se ha superado». No obstante, desde el Consistorio Joan Fageda expresaba su preocupación por «lo estrechas que son algunas calles», como Colom y Sant Miquel.

La bóveda celeste encabezó el desfile en el que se repartieron 6'5 toneladas de caramelos y por el que desfilaron además personajes queridos por los niños como es el caso de Guai, personaje de M7 Televisió de Mallorca. Casi al final de la comitiva se pudo ver, por fin, a los personajes más esperados: los tres Reyes subidos en magníficos camellos. Este año el rey Gaspar contó con la estrecha colaboración del regidor de Urbanisme de Cort, Rafael Vidal.