TW
0

P. RIPOLL
El cambio en la estructura del mercado aeronáutico ha provocado el trasvase de clientes de las aerolíneas tradicionales a las compañías de bajo coste, que ofrecen a los pasajeros unos precios competitivos que repercutirán de forma beneficiosa en sus bolsillos.

Este no es sólo el caso de la británica Easy-Jet, que durante el ejercicio de 2001/2002 transportó 11,4 millones de pasajeros, un 59,5 por ciento más que el año precedente. En Balears, la compañía Air Berlin conseguía el 30 de noviembre situarse en primer lugar en cuanto a número de pasajeros en el aeropuerto de Son Sant Joan (Palma).

El director de Air Berlin en España y Portugal, Àlvaro Middelmann, reconoció la «gran respuesta» del mercado balear y español. «Hemos comprobado que el 50 por ciento del tráfico aéreo entre las Islas y la península es de procedencia española, lo que demuestra que la demanda existía», apunta.

Por otra parte Middelmann criticó la subida de las tasas aeroportuarias que han entrado en vigor con el año nuevo. AENA ha aumentado un 2 por ciento todas las tarifas que pagan las compañías aéreas, excepto la de aproximación y seguridad, que se han incrementado en un 4 por ciento. «Todo lo que sea aumentar las tasas, lo acaba pagando el consumidor y es negativo», apunta.

De la misma opinión participa el director general d'Economia del Govern, Antoni Monserrat, quien tildó el comportamiento de AENA de «insolidario e inmoral» y al mismo tiempo rechazó su «afán recaptatorio, impropio del servicio público que es» y añadió que «AENA fuerza la maquina y ahoga a las compañías, en un momento de dificultad del sector aéreo que les obliga a contener los costes», matizó el director general d'Economia.