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Los presidentes de los parlamentos autonómicos reclaman después de su reunión en Palma autonomía sin injerencias judiciales y una reforma del Senado que convierta la Cámara Alta en una institución útil y con un mayor protagonismo. El presidente del Parlament balear, Maximilià Morales, explicó tras concluir las jornadas celebradas en Palma que los presidentes no habían llegado a ninguna conclusión, pero que durante la reunión se había reivindicado la autonomía de las cámaras autonómicas. Sin embargo, Morales lamentó la polémica que se había generado por la ponencia redactada por el presidente de la Cámara canaria, José Miguel Bravo de Laguna, quien cuestionaba la actuación del juez Garzón en relación a la ilegalización de Batasuna, tal y como adelantó este periódico. «Lamento profundamente lo que ha ocurrido porque la intención del ponente ni la del resto de presidentes había sido la de provocar este tipo de polémicas», dijo Morales, quien también criticó que se hubiese manipulado su postura en relación a este asunto. «Los presidentes no estábamos aquí reunidos para debatir sobre Garzón», aclaró el presidente del Parlament. Morales explicó que Bravo de Laguna también había mostrado su malestar por la polémica que había generado su ponencia en la que critica la actuación de Garzón en relación a la suspensión de actividades de Batasuna en el Parlamento de Navarra y en el de Euskadi. En contra de la opinión generalizada, el presidente de la Cámara navarra, José Luis Castejón, opinó que el auto de Garzón no suponía ninguna injerencia en la soberanía parlamentaria.

La reunión celebrada en Palma también ha servido para sacar conclusiones sin carácter oficial sobre el papel del Senado. En este sentido, Morales fue claro: «El Senado está descafeinado». Por este motivo, los presidentes de los parlamentos plantearán al presidente de la Cámara Alta la creación de grupos territoriales compuestos por los senadores de cada comunidad con la intención de que estudien cuestiones de cada región. Este grupo también estaría formado por los senadores autonómicos y los elegidos en las urnas.

En cualquier caso, y a pesar de no haberse votado ningún texto conjunto, los presidentes recalcaron que «el principio de separación de poderes es clave en la democracia». Además, los presidentes de todos los parlamentos autonómicos, que fueron recibidos en audiencia por el president Antich, destacaron que «la primacía del sistema corresponde a la Constitución y todos los poderes deben someterse a ella». Por último, los máximos responsables políticos de las cámaras autonómicas advirtieron que «la autonomía organizativa de los parlamentos sólo está sometida al poder de la Constitución» y, en concreto, a las mesas de los parlamentos.

Otro de los objetivos de los presidentes es conseguir que las iniciativas legislativas de los parlamentos autonómicos se tramiten al Senado, y no en el Congreso de los Diputados. De esta manera se conseguiría dar un mayor protagonismo al Senado. Morales planteó la necesidad de que se produzca «una relación fluida entre los presidentes de los parlamentos con el Senado». El presidente del Parlament insistió en que en la actualidad el 50 por ciento de los presupuestos de todo el Estado lo administran las comunidades autónomas, y que por este motivo los presidentes son partidarios de que el Senado «controle y sirva de vehículo en las relaciones con los parlamentos autonómicos». En cualquier caso, todas las reformas que plantean los presidentes de los parlamentos no supondrían, según Morales, modificar la Constitución. «Nuestro objetivo es presentar todas las propuestas al presidente del Senado», dijo Morales. Se da la circunstancia de que Juan José Lucas participará el día 29 en Palma en un acto del PP.