El conseller d'Obres Públiques del Govern rechazó ayer el acuerdo
de mínimos presentado por el ministro de Fomento, Francisco Alvarez
Cascos, de instaurar nuevas medidas de liberalización del suelo
para intentar que baje su precio. El conseller aseguró tras la
reunión que la propuesta del Gobierno va en contra de los intereses
de Balears, donde lo que se busca es contener la creación de nuevo
suelo disponible.
Señaló además que las medidas de liberalización del suelo que
puso en marcha el Gobierno de Aznar cuando llegó al poder no sólo
no han servido para contener su crecimiento sino que han provocado
el efecto contrario, con subidas espectaculares que han repercutido
a su vez en el precio de la vivienda.
«Aquí hay abundancia de suelo vacante y se ha dado una actividad
frenética que ha producido mucho suelo y mucha vivienda sin que por
ello haya bajado el precio», señaló el conseller.
En contra de esta teoría, Francesc Quetglas defendió la
necesidad de modificar el sistema de valoración del suelo para que
las instituciones no tengan que pagarlo a precio de mercado.
«Nuestras propuestas no han sido recogidas así que no hemos firmado
el decreto de mínimos», dijo.
El conseller se refirió además al importante descenso en el
visado de nuevas viviendas que se produjo el año pasado como
consecuencia de las moratorias urbanísticas. Para Quetglas, esta
situación no sólo no es alarmante, sino que se ha conseguido que
Balears recupere la normalidad perdida en los últimos años.
Para Francesc Quetglas, las 7.000 viviendas que se visaron el
año pasado acerca a Balears a las cifras de hace unos años, cuando
la actividad constructora no estaba sobredimensionada. Recalcó
además que esa es la cifra sobre la que trabaja el Govern con el
proyecto de ley de cupos. «Estamos entrando en la normalidad», dijo
el conseller.
Francesc Quetglas explicó además que los constructores no tienen
en cuenta que existen normas que pretenden frenar la construcción
de nuevas viviendas pero, en paralelo, el Govern también ha
incentivado otras para potenciar la rehabilitación.
En materia de vivienda, la empresa de tasaciones inmobiliarias
Tinsa SA presentó ayer los datos sobre el valor de tasación de las
viviendas usadas durante 2002. A lo largo de ese año, el precio de
la vivienda usada en las Islas aumentó un 15 por ciento, por debajo
del 18 por ciento de la media nacional. No obstante, Balears sigue
ocupando el cuarto puesto por comunidades autónomas, con un valor
medio por metro cuadrado de 1.309,3 euros.
Por lo que respecta a las capitales de provincia, Palma ocupa el
noveno puesto de la tabla, con un precio medio por metro cuadrado
de vivienda usada de 1.3270,5 euros por metros cuadrado. El valor
de Palma se sitúa por debajo de la media nacional, donde el precio
medio del metro cuadrado de vivienda usada es de 1.499,1 euros.
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