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Las formaciones que integran ePacte de Progrés pidieron ayer la dimisión de Jiménez de Parga por sus declaraciones sobre las nacionalidades históricas. Los partidos nacionalistas de Balears fueron los más contundentes a la hora de valorar las opiniones de Jiménez de Parga. Así, el PSM pidió la renuncia del presidente del Tribunal Constitucional «por la parcialidad de sus juicios, impropios del titular del cargo que ocupa». «Jiménez de Parga se ha descalificado como máximo árbitro para dirimir los conflictos competenciales entre el Estado y las comunidades autónomas», opinó el PSM a través un comunicado. En opinión de los nacionalistas, «las intenciones de Jiménez de Parga no son nada inocentes».

En los mismos términos se pronunció Unió Mallorquina, formación política que también reclama la dimisión de Jiménez de Parga. Según la formación que lidera Maria Antònia Munar, sus declaraciones son «intolerables, inoportunas y que huyen de la prudencia y discrección que se pide a un presidente del Tribunal Constitucional». «Jiménez de Parga debe dimitir porque sus palabras lo deslegitiman para seguir ocupando el cargo porque su discurso es contrario al espíritu y la respuesta de la vigente Constitución española», planteó UM a través de un comunicado.

El socialista Andreu Crespí lamentó profundamente las declaraciones de Jiménez de Parga y aseguró que el presidente del Constitucional «da síntomas de demencia senil». «El presidente del Tribunal Constitucional debe hablar solamente a través de las sentencias», declaró Crespí.

Miquel Rosselló, coordinador de Esquerra Unida, calificó de «inadecuadas» las declaraciones de Jiménez de Parga. «Con esta opinión se hace un flaco favor a la Constitución», opinó el líder de Esquerra Unida.