El presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Pere Cañellas,
vaticinó ayer un verano en la Isla a base de gangas y descuentos de
último momento en todos los mercados emisores debido a la caída de
ventas de reservas y la incertidumbre que hay ante la inminente
invasión de Irak.
Cañellas expuso un panorama nada halagüeño para los intereses
turísticos de las Islas. «Durante este invierno la caída de
ocupación en Mallorca ha sido de un 20% sobre 2001, año en que ya
se registró un descenso del 25%. Esta circunstancia ha motivado que
los hoteleros estén reduciendos sus costes al máximo aplicando
presupuestos de crisis. Este año, la apertura de los hoteles se
retrasará al máximo», apuntó.
Los hoteleros, ante esta situación, «harán un esfuerzo
extraordinario en materia de promoción. En Fitur hemos podido
comprobar que estamos inmersos en una situación de crisis y los
empresarios están asustados por lo que se avecina, puesto que serán
muy pocos los que podrán soportar otro año con cuentas de
resultados negativas. Se avecina una época con renegociaciones de
precios permanentemente con los touroperadores, con bajadas que
pueden superar, si la cosa no cambia, más del 35%. El mercado
británico está paralizado y el alemán supera ya una caída del 30%
de ventas de reservas, todo ello como consecuencia de una posible
guerra. Estamos condenados a tener una temporada de ofertas, ventas
de último momento y con niveles de rentabilidad cero».
La feria Fitur, en este sentido, ha generado un clima de
confianza con el mercado español, puesto que puede paliar la
ocupación en julio y agosto en las Islas. En este sentido, Cañellas
dijo: «Los agentes de viajes y mayoristas españoles han sido muy
receptivos en esta feria, ya que han iniciado la negociación de
contratación de camas para este verano hacia la Isla, ante el
aumento de plazas de camas libres que habrá. Sin embargo, dicha
contratación se hará con precios a la baja y con una marcada
temporalidad, sólo para los meses de julio y agosto.
Hay una gran incertidumbre y esto afecta en todos los aspectos.
Los mayoristas españoles nos esperaban con los brazos abiertos en
Fitur porque tienen una gran oportunidad de negocio». Cañellas,
asimismo, reconoció que este verano se producirá un alza del
turismo residencial, que ha sido la gran estrella en la edición de
este año de Fitur, «el 40% del turismo que llega a la Isla no va a
alojamientos turísticos. La proliferación de vuelos de bajo coste y
el alza del seat-only (sólo billete de avión) aumentará el turismo
residencial este año». Respecto a la fiesta de Ibatur, afirmó: «No
se hizo ningún boicot, simplemente no vamos porque no nos gusta la
política turística del Govern».
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