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M. GONZÀLEZ
El conseller d'Educació del Govern balear, Damià Pons, anunció ayer la elaboración de una ley balear de la educación, cuyo principal objetivo será desafiar en la medida de lo posible los preceptos de la nueva Ley de Calidad, adaptándola a la realidad insular.

De esta forma contestó el titular de la cartera de Educació al anuncio, el pasado jueves, por parte de la ministra de Educación, Pilar del Castillo, de que a partir del próximo curso todos los alumnos que suspendan más de dos asignaturas en ESO deberán repetir curso, en lo que será la primera aplicación de la Ley de Calidad.

Según Pons, la intención del Govern es acelerar este proyecto y, así, la semana que viene se constituirá la ponencia de expertos que comenzará la redacción de la ley, que se espera pueda entrar en vigor a lo largo de la próxima legislatura, siempre que el actual gobierno tenga continuidad. Este texto, matizó el conseller, no podrá ir en contra de la normativa básica establecida por el Gobierno central, pero a partir de esos mínimos, la ley autonómica recogerá todos aquellos asuntos que el Ejecutivo balear considere que son de su competencia.

Pons criticó la inminente aplicación, por fases, de la nueva Ley de Calidad, que prevé que en el curso 2004/2005 se implante la gratuidad de la Educación Infantil y un año académico después la Prueba General de Bachillerato o reválida. Consideró que «la ministra sigue abusando de la mayoría parlamentaria de su partido para tomar decisiones sin consultar con las comunidades».