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El Consell Insular de Mallorca ha decidido imponer mano dura a las construcciones urbanísticas ilegales para lo que la Comissió Insular d'Urbanisme de la institución ya ha ordenado la demolición de trece construcciones realizadas sin ningún tipo de permiso. Se trata de decisiones en firme que no estaban recurridas o que los tribunales ya habían sentenciado a favor del Consell. El director insular d'Urbanisme, Miquel Àngel Grimalt, explicó que existe una treintena de resoluciones similares que todavía no son firmes porque se encuentran inmersas en contenciosos ante los tribunales.

La orden de demolición es el último punto del largo proceso administrativo que inicia el Consell cuando se detecta una obra ilegal. En un primer momento se abre un expediente sobre el que se resuelve si hubo o no infracción. En la mayoría de los casos, además de la multa, la sanción implica también la demolición de las obras realizadas ilegalmente.

Grimalt explicó que dos de los casos resueltos obligan a la demolición completa de casas construidas de forma completamente ilegal en suelo rústico. Otro de los casos obliga a un ciudadano a restituir a la situación anterior un camino que fue asfaltado en una zona protegida. Además de estas órdenes de demolición, el Consell de Mallorca continuó al año pasado con su labor inspectora en materia de indisciplina urbanística. Durante el anterior ejercicio, la institución que preside Maria Antònia Munar inició 159 expedientes por indisciplina urbanística, lo que representa un aumento del 31,4 por ciento con respecto al año anterior.