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Para el candidato socialista, una de las prioridades en su lista de propósitos para gestionar la ciudad como alcalde es llevar a la práctica el proyecto de soterrar las vías de los ferrocarriles de Inca (ahora hasta sa Pobla) y Sóller, «porque terminará de una vez con este corte que divide en dos una importante zona de Palma y separa los barrios, de tal modo que una persona que quiera ir a la otra parte de las vías tiene que efectuar grandes rodeos. Esto supondrá la creación de un gran corredor verde, posibilitando también la circulación rodada».

La idea es que las estaciones, también subterráneas, «permanezcan en el kilómetro 0 y que los trenes circulen por una sola vía hasta su separación a la salida de la zona urbana de Palma, y esto nos dará la posibilidad de contar con un servicio de metro ligero desde Marratxí con frecuencias de diez minutos, lo que también contribuirá a la descongestión del tránsito, especialmente en la calle Aragón y también en Eusebio Estada, en donde se podría ganar un gran espacio peatonal, que invite a pasear, lo que también contribuiría al desarrollo de la zona».

Según Roig, «el coste de estas obras, 30.000 millones de pesetas, será inferior al del Pla Mirall, 45.000 millones de pesetas, y sería una necesaria operación de cirugía, porque el actual gobierno municipal de Palma se ha limitado a operaciones de maquillaje».

Otro de los grandes proyectos es el de la fachada marítima, «contraponer el proyecto de hacer una gran muralla de edificios, como pretende el PP, por una gran zona verde, como pretendemos nosotros, porque no queremos que se repita el error cometido con el Paseo Marítimo».

Otra de sus apuestas importantes es «poner la vivienda al mismo nivel que la educación y la salud, «que sea asequible para todos. Hasta el 2008, pretendemos llevar a cabo un plan de vivienda, Palma nunca lo ha tenido, que pondrá a disposición 5.500 viviendas, 3.500 para la oferta general, 1.000 pisos de los que están vacíos recibirán ayuda para ponerlos en el mercado, otras 500 viviendas, tuteladas para los ancianos y 500 más de alquiler para jóvenes».

Considera fundamental descentralizar la ciudad y dar mayor relevancia a los distritos, «como microciudades con todos los servicios, para que la gente no tenga que abandonar su zona para cualquier trámite. Los barrios son para vivirlos».

Por supuesto, «corregir el gran fracaso del PP con la Policía Local. Potenciar la policía de barrio, con un contingente de 217 policías, no 70 como hay ahora».