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La Rua de Inca transcurrió ayer llena de alegría y color. Un gran número de participantes se concentró en la Plaça del Bestiar para luego iniciar un recorrido por las distintas calles de la localidad, haciendo las delicias del público asistente.

La gran variedad de temáticas destacó por la originalidad y calidad de los disfraces. Un gran barco Prestige reivindicando el Nunca Mais abrió la Rua, acompañado por una banda de música también acorde con el tema. Era seguido por otras carrozas como una granja muy animada, llena de niños caracterizados de distintos animales. Una curiosa discoteca recordando al rey del rock Elvis Presley marcó el ritmo a la tarde de Rua.

No se podía dejar de lado el tema No a la Guerra, y un grupo de chavales equipados con bicicletas y misiles adornados con flores mostró de este modo su postura. Una comparsa de gladiadores acompañados por su propio César y su Coliseo pertinente fueron de los más animados, ofreciendo sus particulares luchas al público.

Maria Puigròs