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Un tenso debate sobre la guerra de Irak en el que durante dos horas se sucedieron enfrentamientos verbales, no exentos de graves acusaciones por parte del Partido Popular, centró la sesión plenaria del Ajuntament de Palma. Sobre la mesa se llevaban a aprobación dos mociones. Una del PSOE y otra de los conservadores. Durante el debate de la moción de los socialistas, en la que se condenaba el conflicto armado, el teniente de alcalde y secretario general del PP en Balears, José María Rodríguez, mostró unos papeles en los que, según dijo, se demostraba que la oposición, especialmente el PSOE, «controlaron a los descontrolados» que atentaron contra la sede popular de Estudi General.

Rodríguez insinuó que el hijo de un antiguo concejal socialista había sido detenido por los desperfectos ocasionados. Desde el PSOE, Antoni Roig rechazó tajantemente la acusación desmintiendo que el hijo del militante, de ocho años de edad, participara en ninguna movilización. El resto de oposición también criticó severamente las acusaciones de Rodríguez, recriminándole que hubiera hecho pública la identidad del menor y que criminalizara a los partidos que condenan la guerra sin pruebas.

Como avales, Rodríguez aportó un fax firmado por el director del IES de Llucmajor con los acuerdos de la comunidad escolar para hacer huelga. Asimismo, mostró un correo electrónico de la Plataforma en favor de la Democracia con el calendario de movilizaciones. El enfrentamiento continuó cuando Roig y el resto de oposición solicitaron que se votara una moción de consenso contra la guerra igual que la aprobada por el consistorio de Inca. El alcalde de Palma, Joan Fageda, intervino entonces por primera vez y acusó a la oposición de «utilizar la guerra para dividir al PP antes las próximas elecciones», asegurando que a la oposición la guerra les importa «un pito».