Más de 15.000 ciudadanos de Mallorca -30.000 según los
organizadores y 12.000 según la Policía Local- tomaron ayer
pacíficamente las calles de Palma para mostrar su rechazo a la
guerra contra Irak. A pesar de que la Plataforma per la Democràcia
i la Globalització Social no consiguió el objetivo de superar la
primera convocatoria ciudadana contra la guerra, en la que
participaron más de 40.000 personas, los organizadores se mostraron
muy satisfechos con los resultados obtenidos.
Los únicos incidentes aislados se produjeron en las puertas de
Delegación del Gobierno, donde unos 300 manifestantes se
concentraron una vez concluida la marcha. La tensión se produjo
cuando varias personas trataron de quemar una bandera americana y,
mientras ardía, la colgaron en las puertas del edificio. De
inmediato, un Policía salió del interior y retiró la bandera.
En ese momento, un grupo de manifestantes comenzó a lanzar
huevos y botellas de plástico contra el edificio y algunos incluso
dieron patadas a la puerta. En previsión de que pudiera haber más
problemas, tres dotaciones de Policía se desplazaron de inmediato a
las inmediaciones por si tenían que intervenir, cosa que no fue
necesaria. La fachada de Delegación quedó cubierta con las
pancartas de los manifestantes.
La manifestación comenzó cerca de las seis de la tarde en la
Plaça d'Espanya y realizó un novedoso recorrido por las Avenidas,
Passeig Mallorca, Jaume III y Born. La manifestación iba encabezada
en un principio por los miembros de la Plataforma, que llevaban una
pancarta en la que se leía «No a la guerra imperialista». Pocos
metros más atrás, los líderes políticos de Balears portaban otra
pancarta con el lema «No a la guerra».
La pancarta era portada por el president del Govern, Francesc
Antich; el candidato del PSOE al Ajuntament de Palma, Antoni Roig;
el candidato de EU, Eberhard Grosske; el secretario general del
PSM, Mateu Morro, y la consellera de Sanitat, Aina Salom. En la
manifestación participaron además los consellers Antoni Garcías,
Miquel Rosselló, Francesc Quetglas y el senador Manuel Cámara,
entre otros dirigentes.
Nada más comenzar la manifestación, que circulaba por el lado
izquierdo de la avenida Joan March en dirección a Comte Sallent, un
grupo de manifestantes de la CNT saltaron la mediana de la calle y
se instalaron en el lado derecho de la misma avenida. El hecho es
relevante ya que supuso el comienzo, en la práctica, de dos
manifestaciones paralelas que realizaron el mismo recorrido.
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