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La mejora de la circulación en el Paseo Marítimo de Palma es uno de los argumentos que justifica la redordenación del puerto. Así consta en la modificación puntual del Plan Especial del Puerto de Palma prevista por al Autoritat Portuària de Balears y que debe aprobar el Ajuntament.

Según el estudio, la reordenación de los usos del puerto, derivada del traslado de la mayor parte de líneas regulares de pasajeros y mercancía rodada a los muelles comerciales, el desplazamiento de práctica totalidad del tráfico de contenedores al Dique del Oeste y una mejor especialización de los muelles de Ponent en la actividad crucerística, «reordena asimismo el flujo viario del tráfico portuario y, en consecuencia, limita la densidad de tráfico a lo largo del Paseo Marítimo».

De hecho, según datos referidos a 2001, esta actuación generará una reducción anual de 200.000 vehículos en el Paseo Marítimo, de los que el 58 por ciento corresponderán a automóviles de pasaje y un 42 por ciento a tráfico pesado.

«La descongestión del Paseo Marítimo, desde Porto Pi al Moll Vell, será una de las consecuencias positivas del replanteo del puerto», explica Francesc Triay, presidente de la Autoritat Portuària, quien asegura que los plazos de actuación se mantiene entre los años 2003/06.

El tráfico pesado con salida hacia la autopista de Ponent, para su enlace con la Vía de Cintura, amentará un 350 por ciento, pasando de 33.600 vehículos al año a 118.900. «Esto es debido a la actividad de mercancia, tanto rodada como en contenedor, de los actuales muelles del Dique del Oeste», indica la memoria de la modificación puntual.

Autoritat Portuària reivindica la construcción de un paso subterráneo para concectar Porto Pi con la Vía de Cintura y para agilizar su construcción redacta el proyecto técnico de una obra obra que costará 18 millones de euros.

Además, el tráfico portuario hacia la autopista del aeropuerto disminuirá en un 20 por ciento, pasando de 437.000 vechículos al año a 352.600.