TW
0

En medio de una situación internacional compleja y delicada, que no da para muchas esperanzas, al menos a corto plazo, se han conocido los datos del desempleo en el mes de marzo. Unos datos que revelan un aspecto positivo, pues casi quince mil personas consiguieron borrarse de las listas del Inem al encontrar un empleo el mes pasado. Pero, aunque a primera vista, las cosas parecen ir por buen camino, en términos económicos, la realidad no siempre es como parece.

Porque ocurre que éste es el peor dato de desempleo de un mes de marzo desde 1995, aunque también en esto hay que tomar las cosas con cierta perspectiva, pues marzo suele ser tradicionalmente el mes de la Semana Santa -que este año cae más tarde- y eso suele provocar el consiguiente boom turístico.

Por lo demás, hay otro aspecto a destacar en el informe de ayer. La afiliación a la Seguridad Social ha batido un nuevo récord, con la llegada de 120.000 nuevos cotizantes, lo que eleva el total hasta casi dieciséis millones y medio de trabajadores.

Sin embargo, nuevamente hay que resaltar la cruz de esta moneda. Durante el mes pasado se firmaron diez veces más contratos temporales que fijos y, de nuevo, quienes más dificultades encontraron a la hora de hallar trabajo fueron las mujeres y los jóvenes.

Lo que, en conjunto, da una idea bastante equilibrada de cómo está el panorama. España sigue siendo líder en número de parados, pues aunque muchos vayan encontrando empleo, a ritmo lento y con dificultades, son muchos más los que se van incorporando al mercado laboral, con lo que la situación no avanza demasiado. Y eso que, según los analistas, lo peor está por llegar, pues las consecuencias económicas de la guerra aún no se vislumbran.