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C. VENY/M. PUIGRÓS/E. BALLESTERO
Por segunda vez en menos de 15 días, la sede del PP de Manacor amaneció con la fachada del edificio llena de pintadas acusando a los políticos conservadores de «asesinos» por el apoyo de este partido a la guerra de Irak. «Atención, aquí apoyan a asesinos, genocidas, opresores y tiranos» es la frase que con letras mayúsculas y en negro recorría la fachada del local del PP, en la calle Oleza.

Un grupo de unos 30 manifestantes trataron anteanoche de acceder al teatro municipal de Binissalem donde el PP presentaba su lista electoral para expresar su rechazo a la guerra y a la postura que el Gobierno de Aznar. El cabeza de lista del PP, Jeroni Salom, y el delegado del Gobierno, Miquel Ramis, impidieron a los manifestantes acceder al interior con las pancartas, si bien les ofrecieron expresar su condena dirigiendo unas palabras al público, dijo Miquel Ramis.

El domicilio particular del diputado y ex concejal Eduardo Puche también fue atacado. La placa del despacho y el portero automático de Puche fueron totalmente tapados de pintura.

El presidente del PP de Manacor y candidato a la Alcaldía, Antoni Pastor, expresó su indignación y «tristeza» porque «se está utilizando un hecho lamentable, como es la guerra, para hacer política contra el PP».

Tanto Pastor como Puche anunciaron que el PP ha denunciado los hechos ante el Cuerpo Nacional de Policía para que se investigue los hechos.

El secretario general del PP, Javier Arenas, condenó en Santiago de Compostela las pintadas de Manacor y subrayó que los últimos días han sido difíciles para porque la «izquierda radical», que dijo estar formada por el PSOE e IU, ha querido «sacarle del mapa político» y «firmar precipitadamente un certificado de defunción desde las malas artes».