El acto transcurrió sin incidentes durante los cerca de
cincuenta minutos en que los asistentes hicieron sonar sus
cacerolas, interrumpidos brevemente para la lectura del manifiesto,
que corrió a cargo de Isidre Forteza, uno de los portavoces de la
Plataforma. En el manifiesto se acusó, una vez más, al Gobierno de
Aznar, a George Bush y, sobre todo, al Gobierno británico -por eso
la concentración se realizaba frente al consulado de ese país- de
ser responsables del genocidio en Irak y de la criminalización del
movimiento pacifista.
En ese sentido, los asistentes mostraron su solidaridad con
Jordi López -presente en la cacerolada- por haber sido incluido en
la «lista negra» del PP.
Entre los asistentes a la cacerolada se encontraban el candidato
de EU a Cort Eberhard Grosske; la consellera de Medi Ambient,
Margalida Rosselló; el verde Miquel Àngel Llauger; Marilena
Tugores, de EU, y Cecili Buele, del PSM.
Por otra parte, el PP de Maó anunció ayer que dará libertad de
voto a sus concejales en el pleno de mañana, que votará la moción
socialista contra la guerra, para que todos puedan votar en
conciencia.
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