El vertido de aguas residuales originó una mancha que podía apreciarse desde Bellver. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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JOANA NICOLAU/N. D.

Por su parte, Bartomeu Rosselló, autor del informe técnico que el PSM ha presentado contra EMAYA ante la Fiscalía por otra avería sufrida hace unos días, que supuestamente provocó el vertido al mar de aguas residuales a través del emisario del Torrent Gros, afirmó que los residuos vertidos por culpa de la avería «superan ampliamente la cantidad estimada por la empresa». Rosselló descartó la posibilidad de que se hubiera producido una sobrecarga puntual de la estación impulsora, como asegura EMAYA, ya que recordó que aún no ha comenzado la temporada turística «y la estación no debería tener más volumen de residuos». En coincidencia con el candidato del PSM a la Alcaldía de Palma, Pere Muñoz, añadió también que la avería se produjo cuando EMAYA «intentó restituir la depuración de los caudales de aguas sucias que solían arrojarse al mar a través del emisario del Torrent Gros». Desde su punto de vista, «las instalaciones no han sido capaces de absorber todo el caudal que debía depurarse, lo que ha provocado la rotura de la cañería».

Rosselló, que alabó el buen trabajo realizado por el personal de EMAYA ante la rapidez en reparar esta avería, atribuyó al «deficiente mantenimiento y control de las instalaciones por parte de la dirección de la empresa», palabras que fueron secundadas por Pere Muñoz. Sin embargo, en el comunicado remitido ayer por la empresa municipal no se hace ninguna referencia a la avería sufrida días antes en la zona del Torrent Gros. EMAYA destaca que la rápida intervención de la empresa suministradora, GESA-Endesa, así como la coordinación técnica con la propia empresa municipal, «ha permitido que el problema fuera solventado en menos de dos horas».

En su comunicado, la empresa que dirige la concejala Maria Crespo pide disculpas a los ciudadanos por las posibles molestias ocasionadas, pero destaca que el vertido «no es imputable a la empresa». En su comunicado, EMAYA señala que las 2.500 toneladas de aguas residuales que se han vertido en la zona de Can Pere Antoni es una cantidad mínima si se tiene en cuenta que la producción diaria de la empresa es de 70.000 toneladas.