Casi ningún pasajero de este vuelo conocía que formaba parte del
primer grupo que iba a utilizar la terminal interislas, como
tampoco lo sabían los pasajeros con destino a Eivissa del vuelo que
salía media hora más tarde. Sin embargo, la mayoría conocía la
existencia del edificio, o del «proyecto» encaminado a poner en
marcha una terminal sólo para los pasajeros que viajan entre las
Islas Balears.
Los comentarios del grupo al entrar en el recinto de la terminal
fueron muy positivos: «Qué maravilla, casi no hemos tenido que
caminar». «Es muy tranquilo». «Es muy bonita, más acogedora». «En
la otra llegas con la lengua fuera». «Aquí no hay tanto ruido». Los
viajeros valoraron la rapidez con la que se accede a la zona de
embarque desde el área de facturación, menos de cinco minutos, y
salir de una zona bastante cargada por la confluencia de turistas,
a pesar de que todavía la temporada no haya comenzado y de la
posible crisis que puede vivir el sector.
A la nueva terminal, situada justo al lado de la torre de
control, se accede desde el primer piso del edificio terminal de
salidas.
Este es un acceso provisional ya que desde las ventanas de
facturación se piensa abrir un corredor para que el paso a la zona
de embarque sea más directo, el único problema que plantea este
proyecto es que los pasajeros no pasarán por la planta donde están
concentradas todas las tiendas «y el aspecto comercial es muy
importante», declararon fuentes del aeropuerto.
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