Algunos de los pueblos de la Part Forana celebraron ayer sus
panacaritats para comerse las últimas panades y despedir así otro
año más la Semana Santa. Pollença, Muro, Selva, Mancor y Sant Elm
siguieron la tradición, aunque las panades ya formen parte de un
segundo plano, tomando mayor protagonismo las paellas. En Mancor de
la Vall unas quinientas personas subieron hasta la ermita de Santa
Lucía y compartieron una agradable jornada en la cual el tiempo les
acompañó. El alcalde de Sa Pobla, Jaume Font, se desplazó hasta el
lugar, al igual que Jaume Matas, candidato a la presidencia del
Govern, para acompañar a todos los mancorins en su celebración
depancaritat. A su vez, gran cantidad de jóvenes de la población
subieron hasta Santa Lucía para preparar una gran paella cerca del
lugar donde comía el resto de vecinos.
En Muro, centenares de personas de la localidad y de fincas
próximas efectuaron a pie la romería hasta la ermita de Sant
Vicenç, donde después celebraron una misa. A la tradicional paella
que se elabora después de la celebración religiosa y en la cual el
Ajuntament facilita el arroz, la leña y las ensaïmadas, la
asistencia de vecinos fue todo un éxito. Unas 1.600 personas en
total fueron las que disfrutaron de la comida. Las bebidas fueron
suministradas por Onofre Plomer, teniente de alcalde. Varios juegos
y actuaciones musicales para los niños amenizaron la jornada en la
cual muchas personas aprovecharon para disfrutar del sol por las
agradables temperaturas del día primaveral. El pueblo pollencí
subió un año más al Puig de Maria para terminar sus panades y
robiols, sin dejar de lado la tradición de la subida a pie.
En Campanet los jóvenes del pueblo subieron a la finca de
Monnàber para la tradicional tala del pino que posteriormente
arrastran hasta las proximidades de la ermita donde lo dejan
instalado para treparlo hoy y alcanzar el premio como marca la
tradición. En Selva, la casi totalidad del pueblo participó en
epancaritat. La imagen de Sant Sebastià fue subida por los quintos
de la localidad hasta el Puig de Crist Rei en tradicional
procesión. Seis colles de xeremiers, acompañaron a la imagen y a
todos los vecinos hasta el Puig, donde se ofició una misa a las
nueve y media de la mañana. La gran participación y el buen tiempo
no deslucieron en absoluto el concurso de paellas que cada año
tiene más adeptos y seguidores. Los más pequeños también tuvieron
su particular diversión en el Puig de Crist Rei, donde se
realizaron algunos juegos y actividades especialmente destinados a
ellos.
L.P./M.P./Michels
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