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El Consell Balear de Salut Laboral -integrado por representantes de la administración, patronal y sindicatos- se reunió ayer, en el Consolat de la Mar, para hacer un balance en materia de salud laboral, uno de los temas que la Conselleria de Treball i Formació ha sido considerado como prioritario. Después de la reunión el conseller de Treball i Formació, Miquel Rosselló, que fue el encargado de presidirla, aseguró que los «esfuerzos» del Govern contra la siniestralidad laboral «comienzan a dar sus frutos», como lo demuestra que en el año 2000 se registraron 102'7 accidentes con baja laboral por cada mil trabajadores, 100'6 en el 2001 y 93 en el año 2002.

«Lo más positivo» es que, a pesar de los índices «elevados» de siniestralidad de Balears, desde hace unos veinte meses se está produciendo una continua disminución de los accidentes, aseguró el conseller y dijo que, a pesar de esta positiva disminución, «no hay que caer en la complacencia», sino que es necesario continuar trabajando y aplicando nuevas medidas.

Si en 1999 el Govern dedicó 114.192 euros a la lucha contra los accidentes laborales en las Islas, esta cantidad se ha incrementado hasta los 3 millones de euros en el 2003. El conseller también consideró importante la puesta en marcha del Institut de Salut Laboral y el plan estratégico contra la siniestralidad de cuatro años de duración. Si se compara el número de accidentes laborales entre los años 2001 y 2002, Balears fue una de las comunidades autónomas donde más bajaron los porcentajes, con una caída de los siniestros leves (-5'7 por ciento), graves (-26 por ciento) y mortales (82'6 por ciento).