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«Quiero ser un rector de consenso y de integración, y no un rector excluyente o partidario». Estas fueron las primeras declaraciones de Avel.lí Blasco tras conocer el resultado de la segunda vuelta de las elecciones celebradas ayer en la Universitat, en las que logró la mayoría necesaria para ocupar el Rectorado durante los próximos cuatro años. El catedrático de Derecho Administrativo se mostró muy satisfecho por «haber logrado una mayoría sólida» en estos comicios, con la que «iniciar desde ya mismo una nueva etapa en la Universitat».

«Las elecciones ya han acabado -dijo- y es el momento de pasar página», y para ello hizo «un llamamiento a todos los sectores de la Universitat para que unamos nuestros esfuerzos, ilusiones y capacidades en beneficio de la institución académica, porque construir una universidad es un proyecto común, que no puede hacerse sólo desde el equipo rectoral». Aunque reconoció que el programa electoral que ha presentado contiene propuestas que son «para toda la vida», como el objetivo de «construir una universidad de calidad, algo hacia lo que siempre tenderemos y nunca podremos estar satisfechos»; otras, en cambio, «son prioridades innegables».

Entre éstas mencionó «la necesidad de adaptarnos a las directrices europeas, la reforma del reglamento académico para hacerlo más flexible, el contacto con las fuerzas políticas para exponerles mi programa y la reforma de algunos espacios o edificios», como el Ramon Llull, que acoge la Facultat de Filosofia i Lletres, para el que, avanzó, «encargaré un proyecto arquitectónico para su ampliación». En cuanto al sistema de elección del rector mediante el sufragio universal y ponderado, reconoció que «tiene una ventaja frente al anterior modelo, en el que sólo votaban los miembros del claustro, y es que todos los miembros de la comunidad pueden participar».