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L . PLANAS
El PSM siguió fiel ayer a su cita con la ermita de Sant Miquel en Campanet para celebrar la festividad del 1 de mayo y concentró allí a sus principales dirigentes y candidatos para los próximas elecciones en un acto marcado por la proximidad de los comicios. En este sentido se dirigieron la mayoría de discursos, como el del secretario general del PSM, Mateu Morro. «Quedan tan sólo tres semanas para que este país tenga un nuevo Govern progresista y nacionalista, y nosotros estamos dispuestos a repetir la experiencia histórica que han significado estos últimos cuatro años con la aplicación con tranquilidad de políticas de verdadero cambio», dijo, aunque recordó a sus socios actuales que «el PSM no renunciará a gobernar ni en el Consell, ni el Ajuntament de Palma ni en el Govern».

El secretario general de los nacionalistas arremetió contra los partidos estatales, «que cuando han estado en el Gobierno central siempre se han dedicado a pisotear los derechos de nuestro pueblo», y criticó abiertamente «que el PP cuestione ahora la unidad de la lengua, poniéndose a la altura de partidos como ASI y otros que no sé si llamar partidos políticos».

Fueron las palabras más duras del acto de ayer, como reconoció el propio presidente de la formación PSM-Entesa Nacionalista y candidato a la presidencia del Govern, Pere Sampol. El candidato nacionalista pidió a sus compañeros de partido que realicen una campaña electoral lúdica. «Vayamos con la albahaca en la mano y convirtamos la campaña en una gran fiesta de la democracia frente a los que salen en la televisión enfadados y riñendo e insultando a la gente», dijo Sampol.