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Todos tenemos una capacidad innata de crear, es decir, todos somos creadores». Susana Volosín, psicoterapeuta y directora del gabinete Cor endins, apuesta por la creación humana y así lo refleja en su terapia del proceso creador. Como ella misma afirma, «esta terapia es muy distinta al psicoanálisis clásico, que basa su método en la búsqueda de las interpretaciones del pasado personal como causas de los problemas que se puedan presentar en la actualidad. En cambio, esta nueva terapia complementaria favorece el desarrollo artístico, facilitando el impulso creador y la capacidad de juego de la persona, como ocurría en la etapa infantil».

Los talleres que lleva a cabo Cor endins potencian, a través de la pintura, la ruptura de bloqueos corporales que no permiten la espontaneidad en la persona. Se favorece la unión con el núcleo íntimo último, que es el corazón psíquico de cada persona, de donde brota la creación y la naturalidad; y a través del cual estamos conectados a un universo entero. Se desarrolla entonces la relación con uno mismo. A menudo la persona se acomoda a una máscara social que está adaptada al sistema, y que en realidad no es su auténtica personalidad. Esto no significa que en ocasiones no sea necesario recurrir a ese antifaz, sino que lo perjudicial es creer que es el auténtico yo.

Para conseguir este despertar artístico, la Arterapia utiliza recursos propios de las artes plásticas, especialmente la pintura. Dicha creación enlaza directamente con la vida cotidiana, puesto que al despertar el impulso de creación se favorece que una persona pueda crear su propia vida, de forma idéntica a como va creando su obra artística. «Al final tú creas tu propia novela», afirma Susana, quien también reconoce que no es nada fácil llevar a cabo este proceso porque existen condicionamientos tanto externos como internos que perjudican a la gente, llegando a bloquear esa capacidad de creación que en realidad es innata.

Samantha Coquillat