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La respuesta fue tan concreta como la pregunta. Uno de los internautas que ayer participó en el chat de Ultima Hora con Maria Antònia Munar quiso saber por qué Pere Sampol no parece querer mucho a la candidata de UM, además de qué opinaba de él y de Eberhard Grosske. «Me siento como Calimero; nadie me quiere», fue la respuesta de Maria Antònia Munar.

A la actual presidenta del Consell también le preguntaron si no consideraba desproporcionado su poder a tenor de los resultados electorales. Contestó que los partidos como UM «tienen la desventaja de que tanto la derecha como la izquierda desearían ocupar nuestro puesto». «No nos sentimos queridos ni por unos ni por otros», añadió Munar, quien señaló que estar en el centro da la opción de pactar con unos y con otros, aunque tiene el inconveniente de hacer «de árbitros y de centrar a derechas e izquierdas».

A Munar también le preguntaron si UM practica el caciquismo electoral, a lo que aseguró que las candidaturas no se pueden hacer con gente contratada «y menos si se consiguen 53 listas y 800 personas». Sin embargo, sí consideró lógico pedir el voto en aquellos colectivos en los que una institución se ha volcado. La candidata de UM reafirmó su voluntad de incidir en la política de carreteras y consideró imprescindible la construcción del segundo cinturón. «No queda más remedio si no queremos tener una Palma atascada a diario», dijo.