Aunque hoy nos resulte casi increíble, en los años 70 se decidió
cerrar las líneas del tren que unían Palma con Manacor. Hoy
resultaría impensable clausurar así un servicio público, pero
aquéllos eran años de pleno boom económico y todos preferían optar
por el vehículo propio. Por fortuna, el valor de lo público, de lo
que es de todos, está emergiendo de nuevo y el ferrocarril tiene
ahora una nueva oportunidad.
La decidida apuesta del Govern balear por el transporte público
ha hecho realidad un proyecto acariciado por muchos: el retorno del
tren a Manacor. No se quedan ahí las ambiciones del Ejecutivo
autonómico, pues ya están en marcha los planes para ampliar las
líneas hasta sa Pobla y en estudio planteamientos todavía más
novedosos, como sería el ferrocarril hasta la universidad y el
tranvía de la Badia de Palma.
Quizá ahora mismo todo ello nos suene casi a ciencia ficción,
pero bien es cierto que todo lo que hoy contemplamos comenzó como
un simple proyecto, una idea por la que alguien apostó hasta
hacerla realidad. Por eso debemos pensar en clave de futuro y
proyectar una sociedad mallorquina más moderna, más ambiciosa y más
solidaria.
Porque optar por el tren es hacerlo por un transporte limpio,
rápido, que respeta el medio ambiente y accesible para todos. Ya
podemos disfrutar del enlace con Manacor y en años sucesivos tal
vez logremos que la Isla entera esté conectada por los raíles, que
no sólo ofrecerán una valiosa alternativa a los millones de
turistas que nos visitan cada año, sino también un medio ágil para
los ciudadanos de la Isla, que podrán ver cómo las principales
carreteras dejan atrás algo de su habitual saturación, además de
los indudables beneficios económicos que puede aportar a los
pueblos por los que pase.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.