TW
0

Sin darnos cuenta, llegó, un año más -y van 17, creo-, la peregrinación a Sencelles para honrar a la beata sor Francinaina. Salvo que en esta ocasión no hubo caballos, lo demás fue más o menos como en ocasiones precedentes. A las siete de la mañana, concentración de los que iban a pie a la vera del bar Can Rigan, donde se les sirvió chocolate y ensaimadas a discreción. Allí, acompañando a los marxaires estaban algunos políticos, la mayoría del PP, con poltrona o aspirantes a ella, entre ellos (los políticos conservadores) el alcalde Fageda, la candidata a la alcaldía Catalina Cirer, más dos o tres que van en su lista, como Pedro Àlvarez, José Manuel Sierra, María José Frau, por supuesto José María Rodríguez, y los mal denominados «defenestrados», Jordi Llabrés y Gaspar Oliver -pese a todo, al pie del cañón hasta el final-, así como el alcalde de Sencelles, Josep Aloy. Por parte del PSM asistió el conseller d''Agricultura, Mateu Morro, que se mantuvo a una distancia discreta respecto a aquellos, aunque muy correcto.

A las siete y media en punto se dio la salida a los de a pie, con Joan Fageda despidiéndolos. A todo esto comenzaban a llegar las carrozas, que como en años anteriores, se estacionaron en un improvisado parking, donde aguardaron a que se hicieran las ocho y media de la mañana para arrancar, eso si, tras haber dado cuenta de su ración de chocolate con ensaimadas, sin duda el aperitivo para la merendola que más de uno se iba a pegar durante el recorrido a tenor de las buenas sobrasadas y hogazas de pan que algunos nos mostraron. A medio día, en Sencelles, se sirvió una paella ente los marxaires.

Pedro Prieto