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La deuda relativa del Consell de Mallorca ha disminuido más de 21 puntos porcentuales desde el principio de la legislatura. A pesar de que la cifra absoluta que adeuda el Consell se ha mantenido estable desde esa fecha, con un global de 46 millones de euros, si se compara esta cifra con el presupuesto que ha manejado la institución cada año se aprecia un progresivo descenso de los niveles de endeudamiento.

Si en 1999 la deuda del Consell equivalía al 50,11 por ciento del presupuesto insular, un año más tarde el porcentaje era del 40,12. La cifra se redujo mínimamente en los años siguientes (el 38,95 por ciento en 2001 y el 37,56 por ciento en 2002), para situarse en el definitivo 28,64 por ciento este año.

La razón que explica este importante descenso en el nivel relativo de endeudamiento es doble. Por un lado, el Consell ha ido asumiendo de forma progresiva competencias que antes estaban en manos del Govern, de forma que el presupuesto de la institución ha pasado de 91,8 millones de euros en 1999 a 162,6 millones de euros este año.

De forma paralela, el Consell ha practicado durante estos años una política de austeridad en el endeudamiento. En términos globales, entre 2000 y 2002 se produjo un aumento de 6 millones de euros de deuda, pero la institución insular ha acompañado su práctica de poca deuda con un plan anual de amortizaciones.

La legislatura que ahora finaliza ha supuesto un auténtico vuelco económico en la institución que preside Maria Antònia Munar, considerada tradicionalmente la hermana pobre de todas las instituciones de Balears.

Basta con mirar la evolución del presupuesto que ha manejado cada año la institución para apreciar el cambio. El nuevo Pacte de Progrés llegó a la Presidència del Consell con un presupuesto de 91,8 millones de euros. La cifra ha ido aumentando progresivamente con el paso de los ejercicios económicos y se situó en 107,1 millones de euros un año más. En 2001, el Consell dispuso de 114,9 millones de euros y en 2002 la cifra ya había aumentado de forma sustancial hasta llegar a los 131 millones de euros que gestionó el equipo de Munar.