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«En los últimos cuatro años se han cometido un cúmulo de errores, con una inexistente promoción turística, presencia institucional deplorable en ferias y con unos objetivos turísticos que lo único que han pretendido es disminuir el número de turistas. Asimismo, no ha habido una planificación adecuada en el cambio del turismo de masas, así como un estudio económico que lo justificara. A esto hay que sumar que desde la Conselleria de Turisme se ha querido implantar la idea promocional de Illes Balears, que no aporta nada al producto y ha sido un elemento distorsionador de la imagen de las Islas. Y es que se ha vivido de espaldas a la realidad y de espaldas al sector turístico con insultos y descalificaciones públicas», indicaba ayer el presidente de la cadena Sol Meliá, Gabriel Escarrer, en el transcurso de la conferencia que impartió ayer en el Palas Atenea dentro del ciclo «El turismo, nuestra razón de ser», organizado por Privatur y patrocinado por la CAM.

Criticó duramente la estrategia del Govern en materia de desestacionalización, el despilfarro económico, la falta de una estrategia política turística, «originando con ello una profunda división porque han pensado en clave político, cuando el objetivo común debería ser crear una conciencia colectiva de que el turismo es una prioridad para las Islas. Cómo podemos llegar a acuerdos con este Govern cuando hay perspectivas diferentes ante el turismo». Ante esta coyuntura, Escarrer planteó un reto: «Quiero propugnar que de una vez por todas haya una política turística, por lo que después del 25-M, salga el que salga elegido, se tiene que iniciar un nuevo camino de diálogo y consenso para recuperar lo que nunca se debería haber perdido, así como valorar el turismo en su justa medida».

Arremetió contra la «nefasta» política del Govern: «Su pasividad ante la situación actual tiene su refrendo en la delicada situación actual, por no llamarla de crisis». Al final, como conclusión, pidió que después del 25-M, donde no ve al conseller Celestí Alomar repitiendo porque «ha de imperar la sensatez», dijo que el futuro conseller debe tener tres objetivos: «Restablecer el diálogo, cambiar la actual imagen de Mallorca y crear un gabinete asesor con empresarios».